café

Me siento dependiente, mierda. Se que estaba esperando con ansias el momento de mi vida en que dependiera de el, en que viviera de él, pero nunca pensé que llegaría tan rápido. Hasta hace menos de un mes no me gustaba, y mírame ahora, ayer me tome dos, hoy tres solo en la mañana y estoy tratando de aguantarme para no tomar otro, y apenas son las cuatro de la tarde. Me volví adicta, o no sé, capaz no tanto extremismo de adicción, pero me gusta el café ñeeeeeee.