Presentación personal para trabajo de campo

  Mi nombre es Lucía Carolina Aranda Silva, Lucía Aranda es como me conoce todo el mundo y "Lucha" es el apodo que usan los más allegados, aunque también se incluyen las variaciones de "Lu", "Luchi", "Luchita", "Luli", entre otras. Tengo 18 años, los cuales cumplí exactamente el mismo día que empecé la facultad, más precisamente el 11 de Marzo de 2013, por lo que puedo considerarlo uno de los mejores cumpleaños que he tenido a pesar que mis compañeros de clase ni se enteraran que lo era y no me saludaran, aunque no me importó, yo la pasé bien igual, era el primer día del resto de mi vida y estaba (estoy) feliz por eso.
  Ese día también me mudé, no solo de casa sino también de ciudad, pero no a Montevideo como la mayoría de los estudiantes del interior, sino que me mudé a Libertad, una ciudad que está por Ruta 1, a medio camino entre San José de Mayo (mi lugar de procedencia) y Montevideo, por ende viajo todos los días, tomando el ómnibus de las seis y media de la mañana, aunque no me molesta, me gusta viajar, lo disfruto. La casa donde vivo pertenece a mi familia desde antes de que yo naciera, cuando nos mudamos para San José de Mayo yo era muy chica entonces apenas me acordaba de ella. La alquilamos todos éstos años y ahora hacía un par de años que nadie la tocaba, por lo que tuvimos que arreglarla antes de trasladarnos acá con mi madre, con quien vivo, quien de todas maneras viaja mucho a San José a trabajar y día por medio se queda allá en la casa de mi hermana, por lo que vivo media sola, media acompañada, cosa que me gusta porque siento que de a poco me voy independizando sin el cambio brusco que provocaría el irme yo sola a Montevideo.
  Me gusta la música, soy una apasionada de todo tipo de canciones de todo tipo de letras, melodías y géneros, creo que no hay mucha cosa no me guste, soy abierta a todo. También me gusta cantar, es algo que siempre me gustó hacer y este año pretendo comenzar a ir a un profesor, cosa que no se si haré, pero lo tengo presente.
  Disfruto de caminar por la rambla, la playa, un monte o cualquier lugar fuera de la conglomeración de personas, tránsito y ruido de la ciudad, con la brisa en la cara y sentir la vida del lugar. Me gusta tanto estar sola como estar acompañada, no me molestan ninguna de las dos situaciones de la misma manera que no me desagradan, aprovecho los momentos cuando se me dan, aunque no soy una persona que haga amigos fácilmente, si conocidos, pero no amigos, lo que tampoco quiere decir que no tenga buenos amigos, los tengo, pero tanto ellos como yo sabemos darnos el espacio que necesitamos cada uno y eso, creo, es lo que nos hace seguir siendo amigos.
  Una de mis grandes pasiones es la lectura, al igual que la música, es algo que no importa qué sea, nada tiene impedimento a la hora de leer algo, solo basta con que tenga letras y ya es suficiente para mi. Y algo que deriva de esto es mi gusto por la escritura. Pienso que soy buena, pero solo en cosas que salen de mi misma, por ejemplo una historia, lo que me pasó en el día, cosas hechas por mí. A la hora de escribir algo de lo que estudié, o que simplemente estuve leyendo, soy horrible. Las síntesis no son lo mío, y creo por eso siempre me fue mal en Historia, Literatura y Filosofía, de las cuales la última me fui a examen en sexto de liceo.
  ¿Por qué estudio medicina? No tengo una respuesta definida. O sea, es algo que me fascina de solo pensar en eso, algo que me emociona y que hace que me acelere de entusiasmo cuando alguien me habla de eso. El sólo ver una herida re boba, como cuando alguien se da un porrazo contra el suelo y se hace un rasponcito en la rodilla me hace saltar y querer curarlo, por más bobada que sea. Cualquier persona que me conozca mínimamente puede decir que yo quiero ser médica, es algo de lo que hablo todo el día y atomizo a veces jurando que sé algo, cuando en realidad no tengo idea de nada.
  Mi meta es llegar a ser cirujana pediátrica y/o cirujana cardíaca, ¿por qué? Para empezar, siento que estar atrás de un escritorio, hablando con la gente o simplemente sentarlos en la camilla para examinarlos es aburrido. Ojo, se que ser médico general es mucho más que eso, simplemente es la opinión personal que tengo sobre eso. Siento que en mi vida tiene que haber un poco más de emoción, inclusive de estrés, no se si podría aguantar años y años siento general, por eso me gusta la cirugía. Obviamente nunca estuve ni cerca de entrar a una cirugía, ni ver una ni nada que se le parezca, pero siento que ahí voy a encontrar lo que necesito. Algo que también me pasa es que me encantan los niños, tampoco siento "lástima" como siento por ejemplo con los animales (yo quería ser veterinaria hasta hace unos años, pero me daba impresión ver a los animales heridos), por eso quiero ser pediatra, también me fascina el corazón a pesar de haberlo dado muy por arriba en el liceo, pero es algo que me gustó desde un principio, su funcionamiento, sus necesidades, todo. Pero me pasa tanto con pediatría como con cardiología (las cosas que me gustan) y medicina general, un escritorio, ya no me gusta. También esta el tema que yo no soy muy de la gente, por eso el que mis pacientes estén dormidos es algo que me llama mucho.
  Claramente el tema de ayudar a los demás está presente en mi elección. Debe ser muy satisfactorio para uno como persona el poder decirle a alguien que gracias a determinada cosa que hiciste, por más bobada que sea, pueda servirle para que tenga un mejor funcionamiento en su vida diaria. Y más cuando se lo dices a una familia esperanzada. Que te abracen y digan <> debe ser genial. Es algo de lo que me gustaría poder ser participe y es una de mis tantas razones por las que estudio medicina.